“Mira en el niño el futuro de la humanidad”

Cualquiera que haya estado presente en un partido de fútbol infantil podrá observar la seriedad y tensión exhibida por los padres y en algunos casos los entrenadores al borde de la cancha o en las tribunas. Algunos jamás comprenderán el efecto nocivo de sus protestas al arbitro o las recriminaciones al entrenador, y lo que es peor, sus reproches a los niños.

El énfasis siempre debiera estar puesto en el juego y la diversión, que constituyen a la vez la mejor forma de aprender, sin presiones. En cambio, cuando se pone el acento en “ganar”, los resultados a largo plazo son pobres. Se celebran los goles en forma desmedida, como si fuese una final de la Copa del Mundo, aún cuando este sea producto de una acción desafortunada.

Si se aprende de los errores, como no van a permitirse los errores?
Un técnico exitoso hoy día, si nos guiamos por estos parámetros totalmente equivocados, podría ser aquel que se decía a “ROBAR” jugadores de otros equipos para conformar el “súper equipo”. Así tendrían a los padres contentos, y a la vez cimentando una supuesta “fama” de ganadores. CONOZCO MUCHOS DE ESA CLASE.

Son esos los técnicos que jamás cambiarían a los jugadores de puesto. El centro delantero, a hacer goles. El defensa central a sacarla como pueda. El portero debajo de los tres palos, donde si no? Y así tendremos un portero que no sabrá jamás resolver una jugada con los pies, un delantero absorbido por la marca porque no sabe bajar y llegar tocando, etc.

Las conclusiones en investigaciones sobre la motricidad indican que los chicos menores de 14 necesitan estar expuestos a una variedad de habilidades específicas en motricidad y deportes, durante esos años de formación. Una especialización prematura en cualquier deporte, descarta o elimina prácticamente todas las oportunidades para que el niño desarrolle diferentes talentos o las inclinaciones mas dominantes, sin embargo después de los 14 años se le debe de dar una prioridad a un deporte específico para tratar de perfeccionarlo y desenvolverse con mayor eficacia.

Hay niños que por tener menos habilidades se les margina o se les brinda una menor cantidad de minutos en la cancha. No son pocas las estrellas del fútbol mundial que empezaron “a los tumbos” cuando niños, y pudieron superarse hasta alcanzar metas impensadas.

Cafú el capitán de la selección Brasileña de Fútbol, dos veces Campeón del Mundo es un ejemplo que no se debe pasar por alto.
Marcos Evangelista “Cafú” fue rechazado mas de 13 veces por diferentes “Entrenadores” que siempre le indicaron la puerta de salida del vestuario.
La pregunta es simple: Será que quien no tenia la calidad o preparación necesaria eran los entrenadores o el propio futbolista? Que dirán ahora los que le rechazaron?

A aquellos que no entienden esta filosofía del fútbol infantil, y pretendan solo ganar sin importar el futuro les recomendaría que se busquen otro trabajo.